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Registro de una ausencia

El desarrollo conceptual de esta obra, consiste en realizar una cartografía de un territorio, a través la recopilación de estratos, por medio de piezas escultóricas. Se busca la implicación directa del individuo, quiere generar una respuesta emocional en el espectador, incitándolo a deambular entre texturas y relieves. La obra se reinterpreta, con la experiencia individual de cada espectador.

Reclama  la importancia del vacío, de la ausencia cómo ejecutora de formas, a pesar de que quede impresa en la escayola la materia de ese instante, también es relevante la otra cara, lo que no se ve, fenómenos naturales como el viento que pule las rocas, la marea, etc. Todas estas obras toman forma de estratos con la idea de una ausencia, un vacío, una desertización. Por un lado podemos interpretar esta obra como reivindicativo de la escasez del agua en nuestra actualidad, pero la peculiar riqueza en sus relieves y texturas, evoca al espectador a imaginar de dónde procede cada pieza. La incertidumbre ante estos objetos estimula la imaginación y ayuda a que el individuo se cuestione que está observando, lo analice y despierte su espíritu crítico.

Estas piezas han de ser experimentadas de acuerdo con el entorno que la rodea (exterior, una sala...) , la ubicación de la pieza, continúa mutando el significado de esta, está viva. Se produce un artificio donde incluso en un mismo lugar, la pieza permuta y se traduce en múltiples significados, según como la luz incide sobre ella. Realidad y apariencia convergen, surge una falsa duplicidad, que nos hace recapacitar sobre dónde habitamos. Hay un sólo espacio, ¿o hay múltiples? Interior-exterior, es una continúa metamorfosis que nos enfrenta ante la forma entendida cómo algo único y absoluto.


Se produce un cambio de localizaciones y referencias, cuestiona nuestra percepción del espacio, de lo que ahí se contiene y de la escala. También se produce un cambio en nuestra percepción de la memoria. La pieza en sí misma descontextualiza al objeto, a su historia primigenia, otorgando un nuevo significado. Al igual que sucede con nuestros recuerdos, que van transformándose a medida que nosotros nos transformamos, busca una metáfora del paso del tiempo, de la mutación del paisaje, y de cómo todo está en constante evolución.

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