Estos piedras han sido recogidas en lo alto de la la Sierra de Grazalema.
Han sido acariciadas, olidas, escuchadas, sentidas y admiradas.
Protegerlas con mucho respeto, con barro de la montaña, hilos de seda, cuerda de esparto, hojas de árboles y polvo. ¿Por qué? Para mostrar la necesidad de proteger el hogar al que pertenecemos, el planeta. Las rocas, las piedras, vibran, están llenas de vida, por inertes y duras que parezcan, son fragmentos de otras vidas que se solidificaron y transformaron dando lugar a montañas, estratos geológicos.. lo suelos que pisamos y que sustentan las civilizaciones.
Estas piedras protegidas son efímeras, han sido elaboradas para que pierdan todas las capas que puse encima de ellas con tanto cuidado. El paso del tiempo las agrietará, se desprenderán una a una las capas internas hasta de nuevo, quedar la piedra desnuda.